martes, 31 de enero de 2012

Carnavales venecianos.

"Te sientes tan fuerte que piensas que nadie te puede tocar" - Héroes del Silencio.


El ser humano, por naturaleza, siente miedo. Lo explica el miedo irracional a las arañas y las serpientes, producto de años de evolución en los que estos eran los únicos animales que podían subir a los árboles y alcanzar a nuestros antepasados. Luego el miedo se va socializando, y empezamos a sufrir los asociados a nuestro entorno. Y luego están los miedos particulares; los que, a pesar de ser superados por nuestra sociedad, todavía tenemos.

Esos son nuestros peores miedos. Son esos miedos en los que no nos sentimos apoyados, o en lo que menos lo hacemos. Son esos miedos por los que nos camuflamos o nos ponemos una máscara para simular que somos más fuertes que ellos. Esas máscaras que a veces no nos quitaremos en nuestra vida, o contra las que podemos luchar y salir victoriosos.

Admiración hacia los valientes, que dejaron el baile del carnaval para enfrentarse a la vida real.

martes, 17 de enero de 2012

Homo homini lupus?

Hoy es una de esas tardes rompe-espaldas pre exámenes. A falta de café o un sustitutivo eficiente, decido que es mi momento de volver a casa. El tiempo, tan gélido como nos tiene acostumbrados, acompañado por una postal navideña de los alrededores del Castillo nevados, me dan la bienvenida.

Y llega el momento de dejar de lado los apuntes para ordenar otras cosas: una cabeza que no acumula más que marañas, a veces de pelo y otras de pensamiento. Dejando a un lado las primera, me da por pensar un poco en el día a día, lo poco que le dedico últimamente a organizar la vida social y personal y, con perdón del lector, el "por culo" que se da la gente.

Entonces llega uno de esos momentos que, aun siendo aleatorios, te dan respuesta a tus dudas, como si alguien te vigilase. Y entonces, cavilo un poco y ato cabos. Y, como no, llego a la conclusión, y esta vez me sorprende.

Al contrario de lo que decía Hobbes, que "el hombre es un lobo para el hombre", paso a pensar otra cosa: El ser seres vivos, y aún peor, seres humanos, nos hace tiernamente débiles. Y eso le da un encanto a lo que somos.