domingo, 26 de agosto de 2018

Hay un fantasma que lo recrimina todo desde la esquina de la habitación.
Hay una sombra que me vigila desde el techo y me riñe si me equivoco.
Hay una tensión en el brazo que me recorre el hombro y me baja por la espalda.
Hay un reflejo en el espejo que me desprecia y me mira a los ojos con rabia.
Hay un nudo en mi garganta que no se va por más que trago.
Hay unos oídos que no dejan entrar palabras de consuelo.
Hay una mente que se rehúsa a pensar que alguien la quiere.
Hay unas ganas infinitas de abandonar y mandarlo todo al traste.
Hay un sueño que me culpa de todas mis malas acciones.

Hay mil y un motivos para buscar ayuda e intentar salvarme.

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