Hoy me arden la cabeza y las entrañas.
Hoy la debilidad me invade, despiadada, como si algo le debiese a mi conciencia.
Hoy me vuelan mariposas en el cráneo que atraviesan mi garganta y me hunden el estómago.
Hoy sólo sueño con liberarme, con volar lejos del equilibrio inestable.
Hoy sólo sueño con no volver a pensar.
Hoy sólo sueño con no volver a sentir.
[...]
Pero hoy, sobre todo, no es mi mejor día. Y no sé por qué.
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